jueves, 13 de enero de 2011

María Elena Walsh, versiones

Para qué copiarme, si ya lo hizo otro: vayan al blog de Maneco y miren.
Agrego al genio de Pablo Bernasconi:

2 comentarios:

A.S dijo...

Por mucho tiempo creí ser el Andrés del Reino del Revés, después crecí. Hace tres días que mis milquinientos treinta chimpancés no dejan de llorar.
¿Cómo les explico?

Andrés Sobico

Ana Lucía dijo...

Dejalos llorar, tienen que despedirse. Todos tenemos que hacerlo.
Yo recorrí mis estantes y me hice la pilita de sus libros y la tengo acá al lado mío. No son muchos, pero son viejitos, y nos miramos entendiéndonos. Les canto un poquito, para atenuar la tristeza.