domingo, 24 de enero de 2010

“Pic-nic”, de Mauricio Rosencof


El pic-nic era en Playa Pascual
y todos partimos en la bañadera;
armamos cantarola de primera
y la tía renegó un... “Ya están fatal”.

La comida la llevaba cada cual
pero yo dejaba que Dios proveyera
porque aquel domingo, en primavera,
comer o no comer me daba igual.

Jugamos al fútbol, fuimos al mar;
la brisa era fresca, el aire puro...
entonces me vinieron las ganas de mascar

y de pronto el día se me puso oscuro.
Pero Margarita lo volvió a iluminar
Con milanesa, amor y huevo duro.

(De La Margarita.)

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