"Tú estás aquí para lo que yo te diga". Me sorprendí a mí mismo diciéndole eso, a Victoria o a Celia, tanto daba. Los hombres tenemos la capacidad de meter miedo a las mujeres con una mera inflexión de la voz o una frase amenazadora y fría, nuestras manos son más fuertes y aprietan desde hace siglos. Es todo chulería.
Mañana en la batalla piensa en mí de Javier Marías (Madrid: Alfaguara, 1997, pág. 245).
En defensa de la educación y la ciencia
Hace 3 semanas
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