No busques más, no hay taxis.
Piensas que va a llegar, avanzas,
retrocedes, te angustias,
desesperas. Acéptalo por fin:
no hay taxis.
Y ¿quién ha visto un taxi?
Los arqueólogos han desenterrado
gente que murió buscando taxis,
mas no taxis. Dicen
que Elias, una vez, tomó un taxi,
mas no volvió para contarlo.
Prometeo quiso asaltar un taxi.
Sigue en un sanatorio.
Los analistas curan
la obsesión por el taxi,
no la ausencia de taxis.
Los revolucionarios
hace colectivos de lujo,
pero la gente quiere taxis.
Me pondría de rodillas si apareciera un taxi.
Pero la ciencia ha demostrado
que los taxis no existen.
(De Práctica mortal, 1973.)
En defensa de la educación y la ciencia
Hace 1 mes
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