Se enamoró otra vez. Clarita les escribió por Facebook el mensaje perfecto, encantador, medido. Aunque no fuera correspondida. Total. "Una lancha más al tigre", pensó.
Oscurita, en cambio, puso el disco a todo volumen y se puso a cantar, enojada y llorosa:
En defensa de la educación y la ciencia
Hace 1 mes
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