"Después de la comida, Severino encendía la vela y abría el folleto de propaganda anarquista. Leía hasta que la luz de la vela amenazaba apagarse. Entonces agarraba al gato y lo llevaba hasta el agujero que servía de ventana. Observaba la ciudad colonial.
-Zug, hay que destruir todo esto. Todo está mal hecho. -Zug le lamía la nariz.-Sos un burgués indecente, Zug."