Conocí el cuadro de Picasso, cuando era chiquita, a través del chiste de Quino [se consigue en la edición de De la Flor de Humano se nace]. Flashié siempre con el gestito que la doña le hace a la empleada doméstica, ese revoleo displicente de manos:
Cuando apareció este chiste de Daniel Paz, me acordé del otro y se armó el post:
Alabados sean Pablo, Salvador y Daniel, que nos ayudan a tragar el mundo.
En defensa de la educación y la ciencia
Hace 1 mes